• Actualizado: febrero 7, 2022

Marca personal: qué es y por qué invertir en ella

En los últimos años habrás escuchado el concepto de marca personal con frecuencia y puede que te preguntes si es para ti o si debes dejárselo a quien tenga deseos de ser influencer. En esta nota te vamos a contar por qué es importante que trabajes tu marca personal -aunque no busques fama- y cuáles son los beneficios que encontrarás al hacerlo. 

marca personal

Qué es marca personal

«Marca personal es lo que dicen de ti cuando tú no estás»

Jeff Bezos, CEO de Amazon

En la actualidad, el concepto de “marca personal” o “personal branding” se impuso con fuerza dentro de nuestro vocabulario y, en particular, de aquellas personas que buscan impulsar sus carreras, ganar visibilidad en los medios digitales o hacer crecer sus negocios. 

Sin embargo, la idea de «crear» una marca personal es errónea. Esta existe independientemente de ti y está dada por lo que otros perciben y relacionan con tu persona (tus rasgos de personalidad, áreas de especialidad, fortalezas y debilidades, etc.). Si una empresa quiere contratarte y ve que tu perfil de LinkedIn está desactualizado hace años, o que alguna vez creaste un blog pero no llegaste a publicar contenido, esta «ausencia» también comunicará algo.

En lugar de crearla, hablaremos de trabajar e invertir en nuestra marca personal, para posicionarla. ¿Qué significa esto? ¿Ser famoso? ¿Influencer? ¿Conferencista? Sí y no. Va a significar todo eso si está dentro de nuestros objetivos. Pero no hace falta que necesariamente lo implique. Puede ser que quieras trabajar tu marca personal para potenciar tu negocio, para posicionarte en tu industria o para obtener un ascenso

Lo importante aquí es comprender que posicionar nuestra marca personal es un medio para lograr los objetivos que tenemos. Y, en particular en el mundo digital, esto consiste en digitalizar nuestro perfil y tener presencia en distintos canales online.

¿Por qué invertir en mi marca personal? 

No es casual que la marca personal haya ganado tanta importancia: hoy conocemos casos de personas, como Ibai Llanos, que construyen un canal de comunicación propio alrededor de su nombre y que tienen un alcance y llegada que a los medios de comunicación tradicionales sigue dejando boquiabiertos.

Estamos inmersos en la «cultura del yo» que viene de la mano de la era digital: todas las personas somos comunicadoras. Tenemos un dispositivo en la palma de nuestra mano que nos permite crear y publicar contenido y lo usamos de manera diaria. 

Cuando comienzas a trabajar tu marca personal a conciencia empieza a generarse un efecto orgánico y boca en boca muy interesante. Al tener claro cuál es tu objetivo de posicionamiento, todas tus acciones se centrarán en esto y lo tendrás en cuenta en todas tus comunicaciones: online, offline, interpersonales, etc… 

Entonces, el efecto cadena será natural: al estar reforzando nuestra marca personal de manera constante a través de la comunicación, las personas nos empezarán a recordar y, la próxima vez que necesiten ayuda con algo que nosotros podamos resolver, seguramente estaremos dentro de sus primeras opciones. No solo porque comunicamos el mensaje correcto, sino también porque poco a poco vamos construyendo nuestra reputación

Pasos para empezar a trabajarla

  1. Define el objetivo que quieres alcanzar. Establece los pasos que tienes que dar para lograrlo y pon una variable de medición que, cumplido un plazo, te sirva para saber si cumpliste o tienes que ajustar algo en tu meta. 
  2. ¿Cuál es tu estilo? Como se hace con cualquier marca comercial es importante que también tengas en cuenta cuál es el color que tiene tu voz para replicarlo en tus contenidos digitales. Por ejemplo, si sueles ser una persona muy divertida y que siempre está contando chistes, podrías evaluar que ciertas publicaciones tuyas incluyan un meme. 
  3. No olvides determinar cuál es tu audiencia objetivo. Esto va a estar muy ligado a tu objetivo de posicionamiento: si lo que quieres es cambiar de trabajo, seguramente tu tipo de comunicación será distinta a la de aquella persona que busca ser experto dentro de su industria. 
  4. Define en qué canal comenzarás a trabajar tu contenido. Recuerda que esto debe estar vinculado a tu objetivo de posicionamiento y a ese canal que consume tu audiencia. Cuando tengas esto determinado, procura investigar las buenas prácticas para hacer un buen uso del canal elegido (como, por ejemplo, entender por qué es importante agregar certificados en nuestro perfil de Linkedin). 
  5. Anímate a darle un toque personal a tus contenidos. Válete de tu storytelling para reforzar tu mensaje y potenciar tu posicionamiento. 

Conclusión

Como señalamos al inicio de la nota es usual que muchas personas tengan resistencia a trabajar su marca personal porque creen que puede llevarles a convertirse en influencers. 

“Yo no quiero ser famoso” o “me da vergüenza considerarme experto”, afirman para luego sentenciar que eso de la marca personal no es para ellos. Sin embargo, esta creencia dista mucho del verdadero sentido de este trabajo y está vinculada al síndrome del impostor. 

Invertir en nuestra marca personal consiste en contarle al mundo acerca de nuestro trabajo y conocimientos.

Muchas de las tareas que repetimos a diario pueden resultarnos simples, pero no hay que quitarle peso al valor que nuestra experiencia y conocimiento puede tener para otr@s. Por eso, haz a un lado las inseguridades y empieza a trabajar tu marca personal para generar nuevas oportunidades en tu vida profesional.

¡Éxitos! 🙂

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Autora invitada: Barbi Reinhold – Comunicadora digital especializada en marca personal y marketing de contenidos. Colaboró en el desarrollo de las marcas personales de referentes y CEOs de toda América Latina.

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