Se le llama plugin a un complemento o programa adicional específico para lograr ciertas funciones en un sitio web. Generalmente se usan en WordPress, hay miles y sirven para diversas cosas: Agregar formularios, eliminar Spam, agregar botones para compartir en redes sociales, sumar un botón personalizado, entre otras cosas. También, se pueden instalar en navegadores (Chrome, Firefox, Safari, etc.) a modo de extensión.
Un plugin es fácil de instalar, simplemente debes buscar el que necesitas e instalarlo. Si no es lo que esperabas lo puedes desinstalar. Algunos de ellos son pagos y otros son gratis.
En la mayoría de los gestores de contenidos o CMS, como el popular WordPress, puedes instalar los plugins directamente desde el panel. Simplemente ingresando al menú de configuración o accediendo a sus catálogos.
Los plugins son microprogramas que están siempre a mano, son accesibles tanto desde la barra de navegación como desde un menú de opciones. También como mencionamos anteriormente, también los puedes encontrar dentro de las webs.
¿Quiénes los desarrollan?
Programadores de todo el mundo, que trabajan de manera independiente o para algún software en particular. Actualmente WordPress cuenta con uno de los repositorios de plugins más grande del mundo.
En síntesis, los plugins son los aliados de todo programador, eso sí, previo a su instalación se recomienda chequear su procedencia y su funcionamiento. Además de las opiniones de otros usuarios.
Debes chequear que estén actualizados, que sean fiables (la seguridad ante todo) y que no entorpezcan el funcionamiento de otros u otras funciones de tu sitio web. Por eso lo ideal es que los instale un experto.
Te recomendamos hacer el curso de WordPress de Pulsión Digital, para conocer a fondo cómo crear un sitio web o tienda online e instalar plugins sin correr riesgos.