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Romina Fasani

Soy productora de contenidos. Curiosa, Siempre activa, apasionada. Me gusta concretar cada proyecto y que el resultado sea más asombroso que el sueño que nos condujo a trabajar en él. Amo los desafíos compartidos en equipo y el aprendizaje constante que te deja cada camino tomado.
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Hace algo más de una década que despeño felizmente en el puesto de mamá fulltime y como si fuera poco, en el rubro profesional como “productora” en todo el sentido de la palabra. No puedo evitar contar que me provoca una profunda pasión producir, cuidar desde los detalles más simples hasta de los más importantes. ¿Obse? ¡Sí, también! Me gusta que lo que emprendo salga impecable y hago hasta lo imposible para que eso suceda.
Empecé dando mis primeros pasos en televisión como asistente en el viejo y querido Canal 7 (Bah… ¡ATC!, aunque delate mi edad), hoy la TV Pública, de esa experiencia me quedaron grandes enseñanzas, recuerdos y las gracias eternas a Jorge Contreras quien, con su generosidad, me transmitió los trucos y bases de esta carrera, además de cómo ser un jefe con toda la onda. Después llegaron más retos, otros canales incluso una pequeña incursión en el cine. En el 2000, el conocido boom de Internet llamó a mis puertas y no pude resistirme. Así fue que empecé a surfear la ola, y caí rendida a esa nueva manera de comunicar y producir. Durante más de 5 años produje videochats, especiales y entrevistas audiovisuales en UOL Sinectis y también para Radio Disney, La Red y América 2, las que consumíamos, con suerte, en 128kbps. ¡Que rápido evolucionamos! La tecnología fue acompañándonos y llegamos a los 512 Kbps, y a un nuevo rumbo en mi hoja de vida. Arribé a Claxson como Project manager para coordinar los sitios de las señales de Turner y de otros de clientes externos. El progreso de la empresa, la web social, y el mundo que gira y gira sin parar, terminaron sumergiéndome en las redes de Clarovideo. Ni me imaginaba allá por el 2000, y mucho menos cuando me iniciaba en el ‘92 que terminaríamos viendo videos bajo demanda desde una Tablet, una pc o incluso desde el celular. Y ahí estaba. Aprendiendo minuto a minuto, disfrutando los proyectos que llegaban, y tratando de sumar valor en cada paso que me tocaba dar. Al inicio de 2015, una nueva meta yacía delante de mí. El trabajo freelancer. Esta aventura me esperó con los brazos abiertos para dedicarme a los proyectos que me provocan cosquillas en la panza, desafíos y mucha felicidad. La decisión no fue fácil, pero estoy en la ruta, disfrutando cada oportunidad con una sonrisa y todo el amor en el estado más puro para llevarlo a acabo. Suena romántico, pero se que con esa pasión, ese amor y la dedicación incondicional y ética cosecho satisfacción y la felicidad que irradia en la mirada del otro.